
encuentro hiatos
en el eco de tu alma
y se pliega la luz de tu piel
en el vacío de tus yermos.
Cuando sabes a silencio
se asfixia el agujero
de la brisa,
se apaga la voz oculta
del pensamiento

al oído.
Saber de silencios
es oler las sombras
sin tus labios,
es callar hondo sin tus besos,
es sorber el deseo y el llanto
en el más callado
de los momentos...

es hallar el hondo cielo,
es no poder tocar con mis alas
la voz de tus besos,
es no tenerte en la mirada
con mi aliento.
Saber de tu silencio,
es fluir en el fuego de tu cuerpo
es extirpar la mudez infinita
del sentimiento
y no poder arrancarte nunca
del mis versos...
Preciosos versos, Jairo. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias amiga por tu breve comentario, saludos MÁGICA
ResponderEliminar