Hoy tengo una santa melancolía
de un adiós recordado,
se hace césped en mis manos
para enverdecer en vano.
Es agua y silencio
de un amor ahogado,
irreparable e incierto.
Como el tiempo ido
y congelado,
duele ese espacio
que nos ha olvidado,
duele el muerto que ya no es
recordado,
duele la tarde donde mi alma
Duele el beso con sabor
a lágrimas por ser amado.
Duele el nudo que extirpa
el grito del mundo
en mi garganta
y duele este sendero
de septiembre llovido
por un amor deshojado...
Pintaste con estas palabras un bello cuadro del amor perdido, bello poema Jairo.
ResponderEliminarGRACIAS POETA BERNAL POR TU BREVE Y SUSTANCIOSO COMENTARIO GRACIAS AMIGO
ResponderEliminar