No son las aguas del río
las que traen el canto del tiempo
a tus manos.
no es la tardía aurora la que besa
el sueño de la tierra
ni el susurro de las estrellas
pellizcando el tímpano de tu silencio
Es la voz
que se resbala
como el agua,
la voz que se quiebra
y se queda como arena
Voz que quiere y ama
en un diluvio de rosas
en llamas...
Voz que quiere y ama
en un diluvio de rosas
en llamas...
Bonito poema lleno de sentimiento que lleva a la añoranza, al descubrimiento de un paisaje paradísiaco. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn saludo. Valeriano.
Gracias Valeriano por tu comentario saludos amigo
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